martes, 12 de agosto de 2014

Ejemplo de un discurso: La cima de la felicidad

TEMA: LA CIMA DE LA FELICIDAD

INTRODUCCIÓN:

            El mayor número de personas están en búsqueda del placer, de la felicidad. Se trabaja en busca de la felicidad; se ha escrito muchísimos libros sobre este tema; se ha discutido. Se ha presentados diversas fórmulas sobre la felicidad. Algunos acuden a psicólogos, y a otros tantos especialistas buscando formas de aminorar lo desagradable, y aumentar lo agradable en sus vidas personal, laboral, como padres, y en sus matrimonios: en fin, hay una búsqueda de felicidad.
            Jesucristo, el hombre más notable y controversial de la historia humana, no dejó fuera de sus discursos este tema.
            En el monte de los Olivos, en su discurso más famoso, conocido como «las bienaventuranzas»; presenta una escalera, o un desarrollo progresivo de la felicidad. El discurso está registrado en Mateo capítulo 5, versículos 1 al 12.
            Veamos en qué consiste ese desarrollo de la felicidad.

N° 1. El primer nivel de la felicidad. Reconocer la necesidad de Dios

            La primera expresión que usa Jesucristo en este discurso es: «bienaventurados los pobres en espíritu». Con estas palabras no se refiere a los pobres físicamente; no se refiere a los que viven en condiciones deplorables económicamente, en un estado materialmente miserable. El hecho de que alguien esté en condiciones maltrechas económicamente no lo hace feliz.
            Jesucristo se refiere a personas que reconocen su bancarrota para con Dios; y por tanto necesita a Dios en su vida. Allí se da el primer nivel de felicidad; que comienza expresándose en un estado de paz interior.

N° 2. El segundo nivel de la felicidad. Quebrantarse por la inmoralidad

            La segunda expresión de Jesucristo es «bienaventurados o felices los que lloran». En el contexto judeocristiano es un quebrantarse (la idea de sentarse en ceniza, vestidos de cilicio). El sentir dolor por su propia inmoralidad, o afectarse por la inmoralidad ajena, trae felicidad porque su corazón es consolado.

N° 3. El tercer nivel de la felicidad. Dejar de resistir a normas, autoridad y otros.

La tercera expresión de Jesucristo es «felices los mansos». La mansedumbre es un concepto que tiene la idea de fortaleza bajo control; de alguien que deja de luchar, cuando es necesario; mejor dicho, de resistir. Dejar de luchar contra Dios. Un joven que deje de presentar resistencia a la dirección de su padre o de su madre; dejar de resistir a la autoridad del docente, a la autoridad civil. Lo opuesto a mansedumbre es rebelión. El tercer nivel de la felicidad está en la mansedumbre.



N° 4. El cuarto nivel de la felicidad. Desear la justicia

La cuarta expresión de Jesucristo es «felices los que tienen hambre y sed de justicia». La justicia se refiere a lo que es merecido. Una persona que ama y desea la justicia: tanto en su vida, como en su entorno. Jesucristo dice: “aunque las cosas parecen injustas, al fin prevalecerá la justicia”; y esas personas serán felices; porque habrá justicia. Hay un dicho: “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”. Con esto Jesucristo invita a tener siempre esperanza.

N° 5. El quinto nivel de la felicidad. Los que tienen una actitud perdonadora.

            Ahora Jesucristo usa la expresión «felices los misericordiosos». En una historia narrada por Jesucristo sobre un rey que tenía en su reino a un hombre que tenía una enorme deuda con este rey, en esa historia Jesucristo define el concepto “misericordioso”, como perdonador. Le dice al hombre que tenía la deuda, “yo tuve misericordia (cuando lo perdonó) de ti, ¿no debías tú tener misericordia (perdonarlo) de tu consiervo?”. Una persona con un espíritu perdonador, no resentido, no amargado, está abierto a un mayor nivel de felicidad.

El último nivel. Sufrir oposición por causa de una causa justa

            Jesucristo menciona dos niveles más, antes de llegar a este nivel. Menciona el tener motivaciones e intenciones sanas, y ser pacificadores. Ahora en este nivel dice que el que padece persecución por causa de él, alcanza la felicidad. Es decir, sufrir por una causa justa, por nuestras más profundas convicciones; éstas no dependen de si nos convienen o no. Sufrir por ellas trae felicidad. Aunque sufra desprecio, cárcel, o lo que sea; saber que estamos en lo correcto, llena de satisfacción; eso es lo máximo de la felicidad.


            En conclusión, la felicidad no es un acto instantáneo, es un proceso; que además tiene niveles. Hay personas que disfrutan de mayor felicidad que otros. Aquí hay una propuesta. ¡Considéralo! ¡Pruébalo!

Importancia del lenguaje

¿Cómo funcionaría la sociedad sin lenguaje? Imaginémonos las instituciones ausentes del lenguaje; ¿cómo expresaríamos nuestros pensamientos? ¿Cómo habría comunicación entre las gentes? Ni siquiera en las sociedades más primitivas puede estar ausente la comunicación.
            La comunicación es fundamental en todo, absolutamente TODO. A nivel personal existe una conversación interna, incluso a nivel de los estados del yo, a nivel de los estados de conciencia, y para esto es necesario la comunicación, también para la expresión de las emociones, de los pensamientos. A nivel matrimonial, a nivel familiar; siendo ésta la institución básica de la sociedad, se requiere de la comunicación, en por lo menos a nivel básico; los expertos hablan de los niveles de la comunicación, desde el nivel de cliché hasta el nivel de trasparencia; el primero se refiere a un nivel limitado al saludo, y el último se refiere a un nivel donde se trasmite sentimientos, esperanzas, desesperanzas, sueños, añoranzas, tristezas, alegrías, pensamientos íntimos; este nivel es el que debería existir en el matrimonio, y con los amigos. Y esto es comunicación. ¡Qué valioso es la comunicación!  En todo esto nos referimos al lenguaje natural, ese que se da cotidiano, ese de todos los días. Es valioso en el ambiente laboral, en el vecindario, para salir de compras, para hacer una llamada telefónica; es más sin la comunicación se paralizaría o no existiría el comercio, la universidades, fracasaría las empresas de las telecomunicaciones. Ni siquiera podría elaborar esta asignación, y las tantas asignaciones que estoy elaborando durante todo este tiempo de estudios universitarios en la Universidad Yacambú.
            Está también el lenguaje formal; éste nos ha permitido una gran evolución científica mediante las matemáticas, las estadísticas, la astronomía, y otras áreas del conocimiento.
            Incluso en la Biblia Dios aparece creando el Universo mediante el lenguaje; Él dice y el Universo es creado. Jesucristo aparece como el Logos de Dios; ese concepto de logos ha sido entendido como “la palabra”, o “el verbo”. El lenguaje lo abarca, prácticamente todo. Nuestra relación con nosotros mismos, con nuestros seres queridos más cercanos, con nuestros vecinos, colegas, aún con las personas menos conocidas, con nuestros enemigos, necesitamos el lenguaje para entendernos y expresar nuestros desacuerdos, para reconciliarnos o para disentir. Sea ese lenguaje verbal, fonológico o gestual, siempre es lenguaje; con un alto nivel cultural o no, siempre requerimos del uso del lenguaje, y eso es diario. Es el “pan nuestro de cada día”.
            El lenguaje no sólo es importante, es más, es esencial.

            

miércoles, 12 de marzo de 2014

Normas de acentuación


LA ACENTUACIÓN

       El acento, es la mayor intensidad de pronunciación de determinada sílaba en una palabra.

          Acento fonético, esa mayor fuerza de pronunciación sobre una sílaba, no representada gráficamente. Cuando se representa, se conoce como acento ortográfico o tilde.

            La sílaba que soporta la intensidad de voz, se llama sílaba tónica, y el resto de las sílabas de la palabra se conoce como sílabas átonas.

            Según donde esté la sílaba tónica, las palabras son: agudas, llanas o graves, esdrújulas y sobreesdrújulas.

 PALABRAS AGUDAS
            Son aquellas que llevan la intensidad de voz en la última sílaba.  No todas las palabras agudas llevan tilde. Estas palabras llevan tilde sólo cuando:
  1. Terminan en vocal.
  2. Finalizan en consonante N o S.
  3. Sin embargo, si una palabra aguda termina en N o S, va precedida de otra consonante, no llevará tilde, a no ser que, precisamente, fuese otra n o s como Orleáns.
  4. No llevan acento ortográfico las palabras agudas terminadas en y.

Ejemplos de palabras agudas con tilde:
1. Marroquí
2. Café
3. Irán
4. Sillón
5. Cantó.

Ejemplos de palabras agudas sin tilde:
1. Cantor
2. Papel
3. Escribir
4. Candor
5. Pretil.

PALABRAS GRAVES O LLANAS
            Son las palabras que cargan la intensidad tonal en la penúltima sílaba.
            Las palabras graves llevan tilde:
  1. Cuando terminan en consonante que no sea N o S.
  2. Cuando finaliza en dos vocales, si la primera es débil y sobre ella recae la intensidad tonal, aunque valla seguidas de N o S.
  3. Se acentúan algunos casos de llanas acabadas en N o S, cuando esta letra va precedida de otra consonante, a no ser que sea precisamente N o S como Rubens.

Ejemplos de palabras graves con tilde:
1. Márquez
2. Árbol
3. Memorándum
4. Corríais
5. Álbum.

Cinco ejemplos de palabras graves sin tilde:
Libro, maceta, joropo, rosa y cacerola.

PALABRAS ESDRÚJULAS
            Llevan la intensidad de voz en la antepenúltima sílaba. Siempre llevan tilde.

Ejemplos de palabras esdrújulas:
1. Pájaro
2. Décimo
3. Electrónica
4. Lápices
5. Mamífero
6. Cápsula
7. Pólvora
8. Ovíparo
9. Médula
10. Terrícola.

PALABRAS SOBREESDRÚJULAS
                Llevan la intensidad de voz anterior a la antepenúltima sílaba. Sin excepción llevan tilde.

Ejemplos de palabras sobreesdrújulas:
1. Dígaselo
2. Demuéstramelo
3. Cómpremelo
4. Cuéntamelo
5. Entrégaselo
6. Rómpetelo
7. Devuélveselo
8. Llámeselo
9. Golpéamelo 
10. Investígamelo.